Eran tiempos de cambio.
Todos los jugones teníamos en nuestras casas una soberbia consola de 128 Bits de Sega con la que poder presumir ante nuestros amigos por la gran calidad que atesoraban sus juegos.
¡Un momento! ¿Qué estoy diciendo?
¡Si aquello era una pesadilla!
No he visto peor consola en mi vida.
Con unos juegos que no solo espantaban de lo malos y aburridos que eran.
Leer más...
↧